A lo largo de nuestro aprendizaje social y cultural, nos inculcan unos valores necesarios para vivir en armonía dentro de una sociedad. Por otro lado, establecemos unos derechos y obligaciones que regulan a todos los niveles nuestra interacción. Nuestra existencia está marcada y dirigida por costumbres, tradiciones y normas que limitan nuestra creatividad, raciocinio y capacidad analítica y crítica.
En una sociedad en la que está todo escrito, resulta relativamente cómodo acatar las normas establecidas, ser un ciudadano honesto, honrado, socialmente correcto, admirado y respetado por todos
Pero me gustaría hacer una reflexión…
¿Por qué aquellas personas que han logrado algo realmente relevante para la sociedad, han sido siempre transgresoras ?
Nelson Mandela,Gandhi, Einstein, Juana de Arco, Leonardo Da VInci y un sinfín más, muchos de ellos duramente castigados para después ser elevados a la categoría de héroes.
Gracias a los rebeldes con causa descubrimos que hay determinadas injusticias que no se pueden permitir, normas que limitan el desarrollo, y castigos desproporcionados.
Entonces la pregunta es ¿justifica el fin los medios?
Lo que está claro es que en el entorno del emprendimiento, si tuviéramos que seguir a pies juntillas la legislación, las normas socialmente establecidas, la fiscalidad, la tributación, los pagos, las listas de espera, las colas, la privacidad y otros muchos factores que afectan al desarrollo empresarial, todo proyecto sería inviable.
Desde pequeña aprendí que si preguntaba, la respuesta iba a ser no, por lo que preferí correr pequeños riesgos que me permitieron experimentar. Y esto es justamente lo que necesita cualquier emprendedor, experimentar.
Rompe barreras, sortea obstáculos, salta vallas, encuentra un camino alternativo y búscate la vida para lograr alcanzar tu objetivo, pero sobre todo nunca preguntes.
No pidas permiso para lograr tu sueño, sé un busca vidas.
Dedicado a Raúl Yañez
Posted by María Serrano Torres
@mariaserranoMST
*Foto obtenida en Pinterest